El origen del coro de la hermandad está en el Coro Rociero del Inmaculado Corazón de María allá por el verano de 1989. Un grupo de vecinos del barrio quisieron organizar un coro que cantara en la Romería próxima.
Tras unos meses el conjunto de miembros se estabiliza, asume la dirección Pablo Rodríguez Ojeda y se formaliza la integración del coro en la Hermandad.
El coro alcanza un alto nivel artístico y humano y participa en los diversos actos y ceremonias parroquiales y de la Hermandad, en actos benéficos y en concursos. Al mismo tiempo atiende bodas, bautizos y otros eventos de forma comercial para sufragar gastos y aportar ingresos a la Hermandad y a la Parroquia.
Después de varios años de admirable y dura dedicación, algunos componentes, incluido Pablo, deciden dejar de formar parte del coro. Se produce una paulatina renovación de miembros y la dirección es asumida por Joaquín Romero Álvarez.
Durante los siguientes años se compuso un repertorio de canciones propias en el que se incluye la Salve.
Con el declive de los coros y el ánimo de los miembros se fue reduciendo el número de cantantes hasta que se disolvió. Sin embargo, varios grupos de miembros siguieron participando en las ceremonias principales.
Por 2011, varias personas se interesan por la reorganización del coro sin que diera frutos. Se prentedía inicialmente elaborar una reglamentación para mejor funcionamiento que no llegó a formalizarse.
En septiembre de 2012, la Junta de Gobierno acepta la reorganización y encarga a Pablo Rodríguez que de nuevo lo dirija. Miembros pioneros, antiguos miembros de Alegría y Compás y algunos miembros más con experiencia y sin ella recompusieron el nuevo Coro de la Hermandad.